Con el afán de llegar a ayudar, sin pensar, sin opinar,
solo sintiéndome parte sin serlo, saber que ocupo un lugar, que quizás no debo
sobrepasar, donde solo acompaño, asiento, comparto, pero no me acerco, no
alcanzo a entender como implicarme sin interrumpir, busco al manera sin darme
cuenta que la mejor manera es no involucrarme mas de lo que me corresponda, mas
de lo que me permitan, sin generar un peso mas.
Es difícil separarme,
alejarme, mirar desde la otra vereda, juzgar, opinar y marcar mi acento para
ser escuchado, pensar que seria mejor, sin siquiera vivirlo, simplemente me
toca desde lejos, pero te toca a vos tan de cerca, te paraliza, te hace apagar,
y eso es lo que duele, saber que mi apoyo no aflora, que mi insistencia es efímera,
que mi compañía es lejana, que poco puedo hacer mas que estar cerquita desde
lejos.
Verte con tus ojos
caídos, con el corazón tapado, con esa tristeza que inunda tu ser, pensar en
como estar sin interrumpir, en como acompañar sin abrazar, anhelando que pronto
rías, pensando en como solucionarla, siempre con las ansias de prometerte que
nunca mas voy a ver esos ojitos entrecerrados hinchados por el arroyo de
pequeñas lagrimas que contiene el mar de tu corazón .
Desde lejos te
apoyo, te contengo, te apuntalo, trato de guiarte, buscando alguna solución para
tu tristeza, pero al vida nos golpea siempre, y muchas veces la fuerza se va
perdiendo, para eso me preparo, para sacar esas fuerzas que te faltan, para que
nunca te caigas.
Sin estar pegados,
estamos firmes, sin estar cerca nos estamos mirando, sin quererlo lo vivimos
juntos, y por mas que despotrico mi humor, se que mi lugar esta ahí, donde me
necesites, para intentar curar cada rasguño que los días te propicien.
No hay comentarios:
Publicar un comentario