Los sueños de un hombre despierto, son esos sueños que se viven a diario, que se buscan y rara vez se encuentran, pero este hombre sigue en su búsqueda, esperando que se realicen, poniéndose metas, manteniendo sus ideales....esperando que algún día lleguen....

miércoles, 16 de mayo de 2012

Recuerdo...Ismael Serrano

Esta es uan de mis canciones favoritas, aca les regalo al letra.Y les dejo el link por si tienen ganas de escucharla, muchas veces pueden haber pasado por uan situacion como esta y de seguro han tenido esa misma sensacion, yo pase por ello..http://www.youtube.com/watch?v=WUgsT7ed1mc
Me levanto temprano, moribundo. 
Perezoso resucito, bienvenido al mundo. 

Con noticias asesinas me tomo el desayuno.

Camino del trabajo, en el metro, 

aburrido vigilo las caras de los viajeros, 

compañeros en la rutina y en los bostezos.

Y en el asiento de enfrente, 

un rostro de repente, 

claro ilumina el vagón.

Esos gestos traen recuerdos 

de otros paisajes, otros tiempos, 

en los que una suerte mejor me conoció.

No me atrevo a decir nada, no estoy seguro, 

aunque esos ojos, sin duda, son los suyos, 

más cargados de nostalgia, quizás más oscuros.

Pero creo que eres tú y estás casi igual, 

tan hermosa como entonces, quizás más. 

Sigues pareciendo la chica más triste de la ciudad.

Cuánto tiempo ha pasado desde los primeros errores, 

del interrogante en tu mirada. 

La ciudad gritaba y maldecía nuestros nombres, 
jóvenes promesas, no, no teníamos nada.

Dejando en los portales los ecos de tus susurros, 

buscando cualquier rincón sin luz. 

"Agárrate de mi mano, que tengo miedo del futuro", 
y detrás de cada huida estabas tú, estabas tú.

En las noches vacías en que regreso 

solo y malherido, todavía me arrepiento 

de haberte arrojado tan lejos de mi cuerpo.

Y ahora que te encuentro, veo que aún arde 

la llama que encendiste. Nunca, nunca es tarde 

para nacer de nuevo, para amarte.

Debo decirte algo antes de que te bajes 

de este sucio vagón y quede muerto, 

mirarte a los ojos, y tal vez recordarte, 
que antes de rendirnos fuimos eternos.

Me levanto decidido y me acerco a ti, 

y algo en mi pecho se tensa, se rompe. 

"¿Cómo estás? Cuánto tiempo, ¿te acuerdas de mí?" 
Y una sonrisa tímida responde:

"Perdone, pero creo que se ha equivocado". 

"Disculpe, señorita, me recuerda tanto 

a una mujer que conocí hace ya algunos años".

Más viejo y más cansado vuelvo a mi asiento, 

aburrido vigilo las caras de los viajeros, 

compañeros en la rutina y en los bostezos.


No hay comentarios:

Publicar un comentario